FRANCISCO HERNÁNDEZ DÍAZ, nace en Melilla en 1932, trasladándose a Vélez, con apenas ocho años. Su fuerte personalidad, la rotundidad de sus tempranas convicciones y su, aunque precoz, sorprendente capacidad para la pintura, provocan un verdadero terremoto en las apacibles y ensimismadas costumbres de los veleños años 50 que, con el correr de los años ha dejado una profunda y rica huella en nuestra cultura, de la que él es su más carismático exponente. Autor de los más importantes murales de Vélez y su comarca, llegó a representar a España en dos ocasiones en la Bienal de Venecia. Suyos fueron los decorados de la cervantina Numancia de Miguel Narros, representada en el Teatro Español de Madrid. Suyas también las ilustraciones de El Capitán Cautivo, la «nueva» novela de Cervantes editada por Antonio Jiménez con motivo del 450 aniversario del hidalgo complutense. Ajárquico de Honor, Paco Hernández (entre la admiración y los vaivenes de las modas) ha sido el pintor «orgullo» de Málaga en esta segunda mitad del siglo que termina. El Cuadernillo de la feria de San Miguel de 1962 del que Paco fue autor, ha quedado, junto con el de «Antonio de Vélez», como ejemplo de buen gusto de la época.